Tenemos en nuestro haber una elevada experiencia gestionando música para funerales, con formaciones y repertorios muy variados.
En la ceremonia de un funeral se experimenta gran recogimiento, por lo que la responsabilidad principal que sentimos cuando actuamos es la de contribuir a crear el marco deseado para la devoción. La música es un lenguaje universal con un poder expresivo que muchas veces llega a donde no llega la sola palabra.
Conscientes de que se trata de momentos de sensibilidad extrema, procuramos transmitir belleza por encima de cualquier otro atributo.
¿Y qué es más bello? ¿El sonido de una solitaria trompeta invadiendo la iglesia en el momento de mayor recogimiento o el de una guitarra? ¿Una cantaora flamenca, un cantante lírico o todo un coro? ¿Un trío de cuerdas o toda una orquesta?
Depende de cada caso en concreto. También puede darse el caso de que exista alguna pieza musical íntimamente vinculada a la persona desaparecida y que se pudiera interpretar.
En Deleitia nos preocupamos por conocer bien los gustos de la familia, así como las particularidades de la iglesia donde va a tener lugar el funeral, para poder ofrecer las ideas que consideramos mejor puedan resultar. Siguiendo sus deseos podemos ayudar a crear un acto de mayor o menor solemnidad y, teniendo en cuenta el inmenso poder que tiene la música para afectar nuestro estado de ánimo, escoger con delicadeza las obras en función de si se quiere impregnar el acontecimiento con una atmósfera de nostalgia por la pérdida del ser querido o con un carácter menos triste en honor a su bello recuerdo, o una combinación de ambas.